Romanos 12.
3 Por el encargo que Dios en su bondad me ha dado, digo a
todos ustedes que ninguno piense de sí mismo más de lo que debe pensar. Antes
bien, cada uno piense de sí con moderación, según los dones que Dios le haya dado junto con la fe. 4 Porque así como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, y no todos los miembros sirven para lo mismo,5 así también nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo y estamos unidos unos a otros como miembros de un mismo cuerpo.
6 Dios nos ha dado diferentes dones, según lo que él quiso dar a cada uno. Por lo tanto, si Dios nos ha dado el don de profecía, hablemos según la fe que tenemos; 7 si nos ha dado el don de servir a otros, sirvámoslos bien. El que haya recibido el don de enseñar, que se dedique a la enseñanza; 8
el que haya recibido el don de animar a otros, que se dedique a animarlos. El
que da, hágalo con sencillez; el que ocupa un puesto de responsabilidad,
desempeñe su cargo con todo cuidado; el que ayuda a los necesitados, hágalo con
alegría.
9 Ámense sinceramente unos a otros. Aborrezcan lo malo y
apéguense a lo bueno.10 Ámense como hermanos los unos a los otros, dándose
preferencia y respetándose mutuamente.
11 Esfuércense, no sean perezosos y sirvan al Señor con
corazón ferviente.
12 Vivan alegres por la esperanza que tienen; soporten con
valor los sufrimientos; no dejen nunca de orar.
13 Hagan suyas las necesidades del pueblo santo; reciban
bien a quienes los visitan.
14 Bendigan a quienes los persiguen. Bendíganlos y no los
maldigan.
15 Alégrense con los que están alegres y lloren con los que
lloran.
16 Vivan en armonía unos con otros. No sean orgullosos, sino
pónganse al nivel de los humildes. No presuman de sabios.
17 No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno
delante de todos. 18 Hasta donde dependa de ustedes, hagan cuanto puedan por
vivir en paz con todos. 19 Queridos hermanos, no tomen venganza ustedes mismos,
sino dejen que Dios sea quien castigue; porque la Escritura dice: «A mí me
corresponde hacer justicia; yo pagaré, dice el Señor.»20 Y también: «Si tu enemigo
tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber; así harás que le
arda la cara de vergüenza.» 21 No te dejes vencer por el mal. Al contrario,
vence con el bien el mal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario